EN SEPTIEMBRE, HIGOS


 

Septiembre es el momento ideal para empezar a incluir este delicioso fruto en nuestra cesta de la compra. Además de hacernos disfrutar de su sabor, los higos aportan enorme beneficios para nuestra salud y su carga de vitaminas, minerales y antioxidantes nos ayuda a combatir los efectos negativos de los radicales libres  y a restaurar los daños que el exceso de sol haya podido causar en nuestra piel y cabello. 

 

Son dulces y jugosos, con una piel muy suave y una carne tierna llena de crujientes semillas. 

 


Existen un gran número de variedades en las que cambian el tamaño, la forma y el color. El mismo árbol nos da la breva en primavera y el higo a finales de verano. La temporada de los higos es corta y son muy delicados y , por tanto, perecederos, por ello se recomienda cogerlos del árbol cuando están completamente maduros y consumirlos en uno o dos días. Esta es la razón por la que gran parte de la cosecha se seca y así, se pueden encontrar durante todo el año.

Los higos tienen numerosas propiedades nutricionales beneficiosas para el organismo, lo que los convierte en grandes aliados de nuestro cuerpo y salud. 

 


Estos beneficios proceden de su contenido en minerales (calcio, hierro, fósforo, manganeso, sodio, potasio y cloro; vitaminas (A, E, C, K y algunas del grupo B); antioxidantes y fibra.

 

La gran cantidad de fibra que aportan los higos ayuda a prevenir el estreñimiento, se consideran laxantes naturales. Las semillas, los mucílagos y las sustancias azucaradas que se encuentran en su interior ejercen una acción laxante que impide que las sustancias cancerígenas estén mucho tiempo en contacto con las paredes intestinales, por lo que resulta muy eficaz para prevenir el cáncer de colon. Además, las semillas ayudan a eliminar toxinas del organismo promoviendo una piel luminosa y libre de acné.

 

Otro efecto beneficioso de la fibra es que reduce la absorción del colesterol. La fibra se une al colesterol formando geles viscosos que ayudan a la expulsión del exceso por parte del organismo. Asimismo tiene un efecto saciante, por lo que  ayuda a las personas que quieren perder peso. Es un tentempié dulce que, a pesar de serlo, no tiene muchas calorías y puede satisfacer los antojos. 

 

Las enzimas digestivas presentes en los higos ayudan a una buena digestión, suavizan las mucosas del sistema digestivo y colaboran en la correcta absorción de vitaminas y minerales.

 

Su elevado contenido en potasio y bajo en sodio contribuyen a prevenir la hipertensión arterial. Este efecto junto al anterior hacen del higo un magnífico protector del corazón, previniendo los accidentes cardiovasculares.

 

El potasio hace también que el organismo necesite menos insulina, por lo que se convierte en una buena opción para las personas diabéticas, siempre que no se abuse de ellos. 

 

Los higos contienen una gran cantidad de calcio, de hecho, es la fruta con mayor concentración de este mineral, principal componente de los huesos.  La presencia de magnesio y fósforo contribuye a la formación de tejido óseo, fortalecimiento de los huesos y prevención de la osteoporosis.

 

Otro de los minerales presentes en el higo es el hierro, cuya absorción se ve facilitada por la presencia de vitamina C. Esto lo convierte en una fruta muy recomendada en casos de anemia. El hierro forma parte también de la hemoglobina, proteína que se encarga del correcto transporte de oxígeno.

 

La acción conjunta de las vitaminas y antioxidantes presentes en los higos contribuyen a retrasar el envejecimiento y a combatir las enfermedades degenerativas. Ayudan a mejoran el aspecto de nuestra piel y cabello. La vitamina C, además de su función antioxidante,  colabora en la formación de colágeno y protege el sistema inmunitario.

 

Otras vitaminas presentes en los higos son la A y la E también con poder antioxidante, vitaminas del grupo B y vitamina K, indispensable para el metabolismo óseo y la coagulación sanguínea. La vitamina A, esencial para la vista, ve reforzada su acción por la gran presencia de un flavonoide llamado luteína que protege contra la degeneración macular asociada a la edad.

 

La riqueza de nutrientes hace del higo un alimento que aporta energía rápidamente, por lo que se recomienda en caso de esfuerzos tanto físicos como intelectuales. Sin embargo, no se debe abusar de ellos, especialmente en casos de diabetes o dietas de adelgazamiento y es un alimento con el que algunas personas deben tener cuidado, ya que puede causar reacciones alérgicas.