El tzatziki es una crema típica de Grecia y Turquía, muy fácil de hacer y con pocos ingredientes.

Lo probé por primera vez en un viaje a Atenas y fue todo un descubrimiento, es uno de los aperitivos más refrescantes que he probado, su sabor es delicioso y su textura muy suave. Años después, una amiga griega me enseñó a prepararlo.

Ingredientes :

Yogur, pepino, aceite de oliva, ajo y zumo de limón.

Para darle un poco de contraste a su sabor algo ácido, se le suele añadir menta.

Se puede hacer con diferentes texturas: espesa para tomarla con triángulos de pan pita; algo más cremosa para mojar en ella bastoncitos de verdura crudos o casi líquida para utilizarla como salsa y aliñar una ensalada, un pescado o una carne.

Por eso no son tan importantes las cantidades como el modo de elaborarlo:

El pepino tiene mucha agua, por lo que hay que pelarlo, cortar en dos para quitar las semillas y rallarlo. A continuación lo pondremos en un colador con sal para quitar el agua.

La cantidad de yogur dependerá de cuanto queramos preparar. El ajo, como tiene un sabor tan fuerte, lo pondremos según nuestro gusto y el zumo de limón dependiendo de la acidez que le queramos añadir.

Una proporción orientativa puede ser: cuatro yogures, medio pepino, dos dientes de ajo, el zumo de un limón y dos cucharadas de aceite de oliva.

Machacamos el ajo con un chorrito de aceite de oliva y le añadimos el pepino rallado bien escurrido. Añadimos el zumo de limón y mezclamos todo bien. Incorporamos esta mezcla al yogur, removiendo hasta crear una crema. Por último espolvoreamos menta fresca por encima. 

O, lo que es lo mismo, crema de berenjenas.

Esta sabrosa crema es un plato típico de los países del Mediterráneo, originario de Medio Oriente y que se extendió hasta el norte de África.

Su ingrediente principal, la berenjena, mezclada con el sésamo y el limón le confiere un sabor único, suave y con un toque exótico.

Para empezar a preparar esta delicia, calentamos el horno a 180º. Lavamos bien la berenjena y la secamos. Retiramos las hojas dejando el rabito y, con un tenedor pinchamos varias veces por toda la berenjena.

La ponemos en el horno hasta que la piel esté arrugada y blanda (unos 45 minutos). La dejamos enfriar y mientras tanto, machacamos uno o dos dientes de ajo, mezclándolo con el jugo de un limón y sal.

Cortamos la berenjena en dos y con cuidado vamos sacando la pulpa y poniéndola en un plato hondo. Añadimos una cucharada de tahini y con el tenedor aplastamos y mezclamos hasta formar una pasta. La cantidad de tahini dependerá de la textura que queramos darle. Añadimos el ajo con el limón y mezclamos todo.

Cubrimos con aceite de oliva y abundante perejil picado.

En algunos países lo sirven con pepitas de granada, e incluso añaden un poco del jugo de esta a la mezcla.

Se suele servir con pan de pita cortado en triángulos, o con bastoncitos de verdura.

Otro plato típico de la cocina árabe, tan sencillo de preparar como los anteriores. En realidad se prepara igual que el baba ganoush, pero en lugar de berenjena utilizamos garbanzos cocidos.

El tahini ya se encuentra preparado en muchos sitios, pero si no lo tenemos, lo podemos preparar moliendo semillas de sésamo tostadas con algún líquido, puede ser aceite de oliva o de semillas y sal.

Aplastamos los garbanzos con un tenedor, añadimos el tahini, el zumo de un limón, un diente de ajo y sal hasta formar una pasta. A mí me gusta más hacerlo con una batidora, queda más aterciopelado y, si es necesario, se le puede añadir algo del caldo de los garbanzos para que no quede tan espeso.

Cuando está listo, lo ponemos en un plato hondo, lo cubrimos con aceite de oliva y espolvoreamos pimentón rojo.

El pinzimonio es un aperitivo muy popular en Italia.

Consiste en una mezcla de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra en la que se van untando diferentes verduras crudas cortadas en bastoncitos. A la salsa también se le puede añadir limón o vinagre, en este caso, tendremos que agitar bien con un tenedor para lograr una emulsión.

Podemos escoger las verduras que más nos gusten: zanahorias, pimientos rojos, verdes o amarillos, apio, hinojo, rábanos.

Es un aperitivo fresco, ligero y muy saludable que, gracias a su colorido, nos permite presentarlo de muchas maneras elegantes y sofisticadas. Podemos poner todas las verduras en una fuente y dar a cada comensal un vasito con la salsa o podemos poner las verduras en copas de cristal mezclando los colores y decorando con hojas de endivia o achicoria roja.